Aunque las subastas que más conocemos suelen ser de arte, lo cierto es que cada vez son más las personas que se interesan por las subastas de inmuebles. Existen lugares web en los que se hacen este tipo de subastas, incluso el Ministerio de Justicia dispone de un portal web de subastas de inmuebles y otros bienes a través del BOE.
Hace tres años se aprobó la Ley 19/2015 que permite centralizar todas las subastas inmobiliarias mediante esta canal de la Administración, para de esta forma, dar salida a bienes inmuebles procedentes de ejecuciones judiciales. De esta forma, los inmuebles que se subastan son embargos que se hicieron durante la crisis por el impago de las hipotecas.
Las subastas online que se hacen desde 2015 de todo tipo de viviendas e inmuebles aportan una gran transparencia y seguridad a estos procesos. Aunque al principio el número de pujas en España era de 22, en 2017 ha llegado hasta las 8.714. Además, este negocio movió un cantidad de 1.033 millones de euros.
Como podemos observar, la norma que salió en el año 2015 influyó directamente sobre la metodología de las subastas inmobiliarias. Uno de los principales cambios fue que estas operaciones dejaron de ser presenciales en los juzgados de cada localidad. A los cuales acudían todas las personas que estaban interesadas en adquirir algún tipo de inmueble, allí podían encontrar pisos, casas, y hasta chalets de lujo.
Con estos cambios, surgió la figura del subastero profesional. Esta persona es la que se encarga actualmente de realizar todas las operaciones y tramites que se deben seguir a la hora de adquirir un inmueble desde una subasta online.
Disminución de las ejecuciones
Cuando esta nueva regulación entró en vigor, las ejecuciones hipotecarias sobre inmuebles disminuyeron, tanto de viviendas como de solares y fincas rusticas. En ese momento se desplomaron un 12,6%, mientras que en el año 2016 la caída fue de un 30,3%.
Si hablamos de cifras más cercanas, podemos observar que el año pasado estas intervenciones disminuyeron un 29% hasta ñas 51.999. Si ponemos un número a las viviendas habituales en propiedad la caída fue del 49,4% hasta las 10.749, mientras que en el segmento de residencia no habitual, la caída fue del 43,6%. Estas cifras ayudan a corroborar que el sector inmobiliario se está recuperando.
Además, al igual que estos procedimientos han ido bajando, el interés por las subastas de inmuebles online no ha hecho más que subir.
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